Jugar a las cartas mientras nos acariciamos las piernas, invirtiendo el tiempo en esas caricias que prometen llegar a más. Tumbarnos en el césped a hablar de nuestras cosas, de las tontadas que nos han pasado durante el día para que el otro se ría
y darnos besos entre sonrisas llenas de una felicidad inexplicable. Quiero que me hagas un sitio entre tu piel, que me dejes tenerte en mí.. sé que te quiero y que sin ti cada segundo quema.